El coaching es una disciplina
cuerpo-mente que se nutre de la psicología, el humanismo y la filosofía. El
coach trabaja sobre los factores emocionales, mentales, sociales y de
comportamiento, pudiendo beneficiar nuestra salud.
Aunque está enfocado principalmente
para el ámbito empresarial, existen diferentes tipos de técnicas de coaching, tanto para mejorar nuestro
ámbito personal, como ser más productivo en el deporte o en el trabajo,
conectando con nosotros mismos, pero también con los demás, ya que podemos
solicitar un ‘coach’ para mejorar nuestras relaciones de parejas.
Independientemente del tipo de coach solicitado, todos ellos están relacionados
con el cambio. Partiendo de un análisis del estado actual, se fijan unos
objetivos y metas para la consecución de los mismos.
El coaching aporta numerosos conocimientos y beneficios a nuestro estado de
ánimo y bienestar, entre los que cabe destacar los siguientes:
- Refuerza nuestras fortalezas. Convierte nuestros defectos en
oportunidades de mejora, consiguiendo
que saquemos nuestro lado optimista y luchemos por alcanzar nuestros logros.
Ese cambio de actitud frente a las adversidades nos permitirá llegar más lejos,
superando todo tipo de barreras y
límites que creíamos imposibles de franquear.
- Trabajo en equipo. El coaching ayuda a los trabajadores a ponerse
en el lugar del otro, resolver los problemas y buscar objetivos comunes.
También mejora la convivencia.
- Descenso de ausentismo laboral. Los empleados estarán más motivados
en sus puestos de trabajo y su nivel de compromiso también será mayor.
- Trabaja el bienestar. Cada vez son más las personas que acuden a un
coach para descubrir las verdaderas motivaciones que tiene, lo que le gusta
hacer y lo que le realiza como persona. El coaching ayudará a la persona a
encontrarse, a redirigir su vida, dar un cambio y reflexionar sobre sus
motivaciones y qué podría ayudarle para ser feliz y obtener el desarrollo
personal.
- Organización y planificación. Otro de los beneficios que aporta el
coaching es que reduce el estrés ocasionado por una mala planificación. Nos
vuelve más responsables y aprendemos a trabajar por objetivos.
-
Empoderamiento. El coachee aprenderá a liderar su vida, decidiendo
por sí solo y asumiendo todo tipo de responsabilidades tanto en el trabajo como
en su vida personal. De esta manera, se volverá también más responsable.