Dicen
los que de verdad entienden de música que no hay nada mejor para el oído que la
calidad de sonido de un disco de vinilo. Su calidez y el ritual de bajar la
aguja y ponerla sobre los surcos es una de las mejores maneras de escuchar una
ópera, un grupo que nos gusta o esa banda sonora que tanto nos ha marcado. Sí,
la verdad es que el CD es cómodo por su tamaño y porque todo lo digital se
puede convertir en MP3 y ser llevado de forma práctica a todos los lados, pero
su frialdad no proporciona los agradables sonidos que el vinilo nos aporta.
De
hecho, algunos grupos graban en sus discos el sonido que hace el vinilo cuando
no suena nada, ese ruido tan característico y que a todos los que han
disfrutado con el particular les encanta. Y nosotros, obvia decirlo, estamos
auténticamente convencidos de que esta cuestión es muy agradable para formarnos
correctamente en la música y en su historia. Quien no haya puesto jamás un
vinilo en un tocadiscos no sabe verdaderamente qué es el ritual de escuchar un
grupo.
Además,
parece que ante la crisis, la piratería y un montón de cuestiones más, los
grupos han tomado nota y sacan ediciones para coleccionistas en cuidados
vinilos con portadas sugerentes. De hecho, cualquier tienda de música
especializada te los va a ofrecer sin ningún problema, solamente hay que
pedirlos y ya está. Si necesitas el contacto de este tipo de profesionales de
la música, nada mejor que entrar aquí,
donde podremos hallar buscarempresa.es, un directorio de profesionales que
tiene toda la información organizada por sectores y en donde podrás buscar a
los auténticos expertos en música, los cuales te aconsejarán la mejor manera de
sacar provecho a tu pasión.
Imagínate
ese grupo por el que sientes auténtico fervor. Siempre lo has escuchado en CD o
en MP3, quizás has visto sus vídeos en un canal online o puede ser incluso que
los hayas ido a ver en directo. Y ahora imagínate tener la música de esa banda
en tus manos gracias a un vinilo de edición cuidada, de colores incluso. Lo
insertas en el plato, pones la aguja, y todo comienza a girar. Y al posarla en
los surcos, da comienzo la magia. Sí, la verdad es que es un auténtico ritual
maravilloso. Y lo puedes hacer tuyo con mucha facilidad, sobre todo si eres de
verdad un buen amante de la música. Como decía un conocido grupo de la escena
independiente, Spin the black circle...
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