La
libertad que tienen las constructoras hoy en día pone de manifiesto la gran
variedad de estilos arquitectónicos y de construcción que hay. Obras, reformas,
rehabilitación de fachadas, etc… Cada constructora tiene su particular forma de
llevar a cabo los proyectos, de atender a los clientes y de establecer sus
criterios de construcción y planificación. La constructora Soluciones
Carballal, tiene una forma peculiar de tratar con el cliente. Sin ir más lejos,
busca que el propio cliente sea el que decida cuánto quiere implicarse en el
proceso constructivo. Muchas personas optan por desentenderse porque las obras
siempre suelen ser un engorro, pero sin embargo, hay otros que están muy
interesados (y decididos) a mantenerse al tanto de todo lo que ocurra con la
reforma o la obra que esté realizando. Al fin y al cabo, si algo sale mal es
mejor verlo a tiempo para poder modificarlo, que desentenderse y ver la obra ya
hecha (más complicado para modificar elementos)
Normalmente,
las empresas constructoras tienen varios ámbitos que atender: plantear el
proyecto, tiempos y presupuestos, realizar planos, sirviéndose de los
arquitectos técnicos, ajustar fielmente los deseos del cliente sobre el papel,
y más tarde, sobre el edificio o inmueble en cuestión, y también tienen una
responsabilidad para con los estudios económicos y de calidades. Encargarse de
la valoración económica de las obras es esencial para poder satisfacer las
expectativas de los clientes. Así mismo, será necesario un estudio exhaustivo y
detallado de cada proyecto, personalizado para que pueda encajar con lo que
busca el cliente. Antes de nada, Soluciones Carballal opta por una reunión con
el cliente, como es normal, para conocer lo que busca, qué quiere hacer y cómo
quiere hacerlo, qué busca conseguir, cuáles son sus límites o condiciones, las
necesidades, el dinero de que dispone, etc. Tras este encuentro previo se puede
recopilar mucha información sobre lo que quiere cada cliente, por lo que
plantear el proyecto será mucho más sencillo que, de otra forma, desconociendo
lo que busca cada uno. El desarrollo del proyecto se podría resumir en varias
fases a seguir. La primera sería el proceso ejecutivo, gracias al cual se da
forma al proyecto, con un asesoramiento profesional por parte de la empresa.
La
segunda fase es la definición de las condiciones de contratación, previamente
acordados los temas materiales o soluciones constructivas. Esta fase es
importante; es la que utiliza la empresa para dejar claro su marco de
actuación, las normativas que emplean para cada proyecto, etc. Este proceso
incluye el planteamiento de la oferta económica, se definen las condiciones y
se asesora de forma técnica y estética.