Es
verdad, cuando nos compramos un coche no pensamos en todo lo que debemos
cumplimentar con él, sobre todo en lo tocante a trámites, procesos y asuntos
varios. Por eso vamos a echar un vistazo a lo que hemos de tener claro, no vaya
a ser que nosotros creamos una cosa y sea luego otra distinta.

Por
otra parte tienes que estar pendiente de los papeles, como el impuesto de
circulación o el seguro. No solemos olvidarnos de estas cosas, sobre todo de lo
segundo, porque nos las pasan por el banco para mayor comodidad. Pero sí que es
cierto que ahora mismo algunos van de pillos y no llevan alguna de las dos
cosas. Que circulemos sin el impuesto de nuestra localidad no es algo tan
grave, al menos no pone en peligro al resto de los conductores. Que lo hagamos
sin seguro es una temeridad que no se puede consentir. Por eso nos parece muy
adecuado que la Autoridad competente sancione fuertemente a quien haga trampas.
Por
último, una cuestión interesante que se puede destacar sobre otras: las
revisiones del coche. Cuando el automóvil es nuevo conviene que vayamos al
servicio oficial y pasemos allí las pruebas que certifiquen que nuestro coche
está bien. Ahora, cuando ya tiene unos añitos es casi mejor evitarnos el
servicio oficial e ir a un taller multimarca. Más barato e igual de eficaz.
Así
que como ves un coche es mucho más que echar gasolina y cambiar el aceite.
Conlleva una serie de procedimientos y gastos que hemos de tener presentes para
que todo salga bien. Así que actuemos de forma correcta y tengamos encima de la
mesa las soluciones más adecuadas. Valdrá la pena, ya lo creemos que sí.
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