El aislamiento acústico es uno de los principales asuntos
que deben tener en cuenta los propietarios de negocios relacionados con el
ocio, como pubs de copas, bares o discotecas, si no quieren llevarse un buen
disgusto en forma de multa por parte de las autoridades pertinentes. La
normativa vigente en España es muy estricta al respecto y, en caso de denuncia
por parte de algún vecino, que las suele haber y en grandes cantidades en
muchas ciudades, la justicia dicta sentencia casi siempre a favor de los denunciantes.
Los ayuntamientos, sobre todo en las ciudades de mayor
tamaño y población, también parecen llevar a cabo desde hace algún tiempo una
especie de cruzada contra los ruidos en los establecimientos de ocio. En teoría
para hacer que se respete el descanso de los vecinos en aquellos lugares que
causen molestias reales. Lo malo es que hay propietarios que se quejan de un
supuesto afán recaudatorio por parte de según qué consistorios, y en otros
foros se denuncia una labor de acoso y derribo contra la cultura más
alternativa y alejada de los ámbitos oficiales.
Sea como fuere, los propietarios de locales que estén
funcionando en la actualidad y no estén acondicionados, o aquellos que estén
pensando en poner en marcha uno en breve, tienen que estar, como decimos, muy
atentos a este asunto. Se requiere, como es lógico, una buena inversión de
dinero para poner remedio eficaz al tema de los ruidos, y también para cumplir
con la normativa oficial, que suele ser bastante exigente. Y no digamos ya si
el local pretende estar acondicionado para acoger actividades que generen un
especial volumen en su interior, como salas de conciertos o discotecas.
Convendrá en ese caso hacer una visita al banco para solicitar un crédito, pero
merecerá la pena el esfuerzo, porque de lo contrario se estaría uno arriesgando
a sufrir una clausura del local y una fuerte multa que superaría con creces la
propia cuantía de la inversión.
Las soluciones aislantes son muchas, y de distintos precios,
y no todas tienen la misma efectividad. Hay quienes instalan bases aislantes
sobre las que se colocan tarimas de madera,
en el caso de suelos y paredes, y la lana de vidrio es uno de los materiales
más apreciados para este fin en concreto. Es conveniente en cualquier caso
antes de realizar cualquier obra llevar a cabo un estudio del nivel de ruido
real, lo cual se realiza con la ayuda de un sonómetro que mide los decibelios,
y con el que podemos afinar mejor en la elección de los materiales necesarios
para cumplir con la normativa actual, en función de la cantidad de ruido exacto
que tengamos que reducir. En cualquier caso, hay que actuar siempre informados.
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