Si
tienes algún familiar que está en ese lapso conocido como adolescencia-juventud
(que es bastante amplio y que cada vez parece alargarse aún más), seguro que
una cuestión te ha llamado poderosamente la atención. Bueno, en realidad son
muchos los asuntos que nos la llaman, desde esos pantalones por los suelos a
los cascos enormes para escuchar música, algunos piercings en lugares
estratégicos, etc. Pero sin duda una de las cosas que más sorprende es la
utilización del idioma por parte de este sector de la población, que ha ido
creando un lenguaje propio a la hora de escribir mensajes de texto.
Y
mira que desde los centros educativos se lucha para intentar erradicar el
asunto, o para limitarlo a los asuntos propios de los jóvenes al menos, pero es
bastante complicado. Todo comenzó porque parecía buena idea ir resumiendo
algunas palabras para que cupiese más texto en un SMS, pero al poco tiempo todas
esas abreviaturas ya habían pasado a formar parte de la idiosincrasia de esta
generación. De los móviles, tras un periodo de formación del corpus de
abreviaturas, se pasó al lenguaje escrito propiamente dicho, y fue aquí donde
los profesionales de la lengua atajaron con sabiduría esta naciente forma de
escribir. En efecto, la intervención de la comunidad educativa ha impedido que,
de momento, en las aulas se utilice esta forma de redactar. El trabajo es arduo
y requiere toda la atención de estos profesionales, ya que es imposible bajar
la guardia. Al igual que decían los romanos, Aníbal está en las puertas...
Como
ya os estaréis imaginando, es en Internet donde esta cuestión es más evidente.
Los programas de mensajería online, las famosas redes sociales, los foros, los
chats, todo ello implica la utilización de un lenguaje resumido que los
adolescentes escriben a toda velocidad y que los adultos, desgraciadamente, no
entendemos demasiado. Y curiosamente muchos sitios han recogido el testigo y lo
han adaptado para sus propios negocios. Por ejemplo, a nosotros nos gusta mucho
una página que se llama buskalos, así
escrito, con k. Es un listado de empresas que tiene de todo, bien ordenado y
muy fácil de consultar. Sin embargo y como pueden ver, la grafía de la Web se
ha adaptado al siglo XXI, lo que le da un toque juvenil y travieso bastante
atractivo, por un lado, pero también es un sitio serio y riguroso con la
información que nos ofrece, por el otro.
Y
no penséis que es el único sitio que sigue esta política, otros muchos también
se han adaptado a los tiempos que corren. No vamos a entrar a dirimir si es una
agresión o no contra el lenguaje, pero lo que sí es evidente es que estamos en
unos tiempos en los que hay que ofrecer descaro, iniciativa y frescura. Lo de
siempre ha venido funcionando hasta ahora, pero parece que ya ha llegado a su
límite. Hay que buscar nuevas metas, nuevas fronteras, nuevas líneas de
trabajo. Solamente así se podrá navegar entre las aguas de la corrección y las
de la adaptación al mundo de los adolescentes. En cualquier caso, no es una
tarea sencilla.
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