Hace
algún tiempo nos desayunamos con una noticia increíble: Islandia había decidido,
en un doble referéndum, no pagar con fondos públicos un rescate a la banca del
país. Todos los foros europeos se echaron las manos a la cabeza y afirmaron,
pesarosos, que sin esta medida sería imposible salir de la crisis. Pero la
realidad se impuso en el pequeño país norteño, y sus habitantes se negaron a
esforzarse para sacar del apuro a los inversores holandeses y británicos que
habían depositado allí sus ahorros.
Ahora
el Tribunal de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) ha afirmado que
el Gobierno de Reikiavik no cometió ninguna violación de la ley con esta
actitud. Lo cual demuestra que los actuales políticos que nos gobiernan, aquí y
en Europa, nos están intentando convencer de que los recortes son excelentes y,
sin embargo, cada vez vemos las cosas menos claras. De hecho, esta noticia da
la razón a aquellos que afirmaban que había otra vía, otro camino para salir de
la crisis. E Islandia lo acaba de demostrar.
Por
cierto, os dejamos el texto íntegro por si queréis echarle un vistazo.
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