En
efecto, después de haberles escrito dos cartas, cuatro correos electrónicos y
algunos mensajes de texto, Sus Majestades los Tres Reyes Magos de Oriente se han
dignado a traerme algunos presentes. El problema ha sido que en lugar de
hacerme esos regalos con objetos físicos que se pueden tocar, palpar y
disfrutar, han decidido dejarme unos consejos para, según ellos, tener un 2013
más halagüeño y productivo. Todavía no sé si agradecerles el detalle o
enfadarme, la verdad...
La
primera nota que cogí fue la de Baltasar, que como sabéis es un cachondo
mental. En letras de imprenta y con una caligrafía sospechosamente parecida a
la de mi pareja me dejó anotados varios consejos para cuidar del coche, que
según todos mis conocidos y allegados parece un muestrario de suciedad antes
que un automóvil. Su Majestad Oriental me apuntó los kilómetros a los que hay
que cambiar el aceite, la necesidad de revisar de vez en cuando la batería y el
líquido del radiador y un recordatorio muy interesante: este mes paso la ITV,
así que me anotó un link con los centros
de itv en tarragona para que no tuviera que andar perdiendo el tiempo
zascandileando por la Red. Lo dicho, un cachondo mental.
Gaspar
me dejó escrito cómo se puede sobrevivir en un piso cuando las figuras
femeninas han desaparecido. En efecto, uno puede tener muchas ganas de
independizarse, pero cuando se percata de que la ropa no acude por sí sola a
lavarse, la cosa comienza a ponerse tensa. Así que el rey de la barba rubicunda
me anotó sus mejores trucos para freír un huevo sin tener que ensuciar toda la
cocina, hacer una ensalada sin necesidad de ponerse perdido de aceite y el reto
supremo: iniciarse en el apasionante mundo de los platos precocinados. En
cuanto me ponga a ello os cuento.
Por
último Melchor me recomendó encarecidamente un par de cuestiones que según él
son de interés, a saber: escuchar la música con un volumen aceptable para no
molestar a los vecinos y recordar que la escoba y la fregona son accesorios que
se pueden utilizar.
Así
que ayer estuve intentando comprender si los mensajes que con tanto esmero me
habían escrito los Reyes Magos guardaban un doble sentido o tenían un mensaje
oculto. Por más vueltas que le doy, aquí tumbado en mi sofá, no se lo
encuentro. Estoy por consultarlo con alguien a ver si me dan alguna idea...
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