Parece
que hoy en día todo lo que tiene que ver con el trabajo está de moda. En
efecto, la reforma laboral, la crisis, las pensiones menguantes y la edad de
jubilación creciente, todo está actuando para que no nos quede más remedio que
admitir que, en efecto, el mundo laboral está de actualidad.
Pero
hoy no vamos a hablar de efectos negativos de la crisis, que bastante tenemos
ya con los noticiarios de todos los días. Hoy lo que queremos es poner de
manifiesto la seguridad en el trabajo, un aspecto que parece haberse diluido en
las turbias aguas de la recesión. Echemos un vistazo sobre el particular.
Para
ciertas empresas todo lo que tiene que ver con la seguridad en el trabajo
parece como si les plantease un dolor de cabeza. Hace unos años se potenció la
figura del responsable de riesgos laborales, pero está claro que hoy en día
ésta parece haber pasado a mejor vida, subsumida en cuestiones como la
necesidad, imperiosa necesidad, de tener un trabajo. Y nos resulta extraño que
algunos empresarios (no es bueno generalizar) no transiten por la senda marcada
en la legislación, cuando se hace más evidente que nunca que hoy en día hay un
montón de facilidades para encontrar ropa de trabajo o incluso calzado de
seguridad. Basta con entrar en un directorio de teléfonos de empresas en España y
descubrir las facilidades que este tipo de Webs nos dan a la hora de encontrar
negocios de todo tipo.
Si
dejamos la visión del empresario y cogemos la del trabajador también vamos a
ver algunas carencias muy significativas. Por ejemplo, hay operarios que se
niegan a llevar casco o ropa ignífuga, por poner algunos ejemplos. Otros
trabajan con piezas metálicas pero no gustan de llevar guantes, y los hay que
anulan células de seguridad y bloqueo para poder recuperar algunos segundos en
la máquina que operan. Hemos de decir que esto también va en detrimento de la
seguridad en el trabajo, porque el empresario tiene obligaciones contraídas,
por supuesto, pero el asalariado también debe cumplir con la legislación. Y
resulta un poco triste que se surta a los trabajadores de elementos de
seguridad de todo tipo y éstos no los usen.
Así
que sí, hoy en día tener un puesto de trabajo es fundamental, pero también lo
es trabajar con las herramientas adecuadas y sin tentar a la suerte, ¿no crees?
Así evitaremos que la siniestralidad laboral crezca de forma exponencial.
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