jueves, 7 de febrero de 2013

Formas idóneas de conservar el vino



El vino es el rúbeo licor que nos transporta a la cultura mediterránea, el líquido con el que se ungían las estatuas de las deidades, la bebida de romanos y griegos... El vino es un manjar que marida con carnes, pescados, mariscos, ensaladas, quesos y un montón de productos más. El vino es pasado, presente y futuro, es un ánfora en el fondo del mar Mediterráneo, es un decantador de cristal y unas copas de pie alto, es una botella de vidrio con un tapón de corcho...
Espera, ¿alguien ha dicho corcho? En efecto, este producto es imprescindible para obtener una calidad contrastada que nos permita conservar este licor (que en realidad es considerado un alimento por su tradición dentro de la cultura gastronómica meridional) de la mejor manera posible. Y en ese campo saben mucho en una empresa excepcional que trabaja con las mayores garantías de satisfacción y que ofrece una calidad que se puede contrastar a poco que se degusten los vinos que han tenido el acierto de preservar su sabor y su aroma con tapones corcho de Gruart La Mancha.
La verdad es que nos alegra que un negocio de nuestro país sea puntero en la tecnología necesaria para llevar a cabo unos tapones de corcho bien rematados y con la mejor calidad. Y no lo decimos por decir o por inexperiencia, sabemos de buena tinta que muchísimas bodegas españolas confían en la calidad que Gruart La Mancha les ofrece. Y no hace falta decir que en nuestro país hay muchas fábricas de vino, eso salta a la vista...
Cualquier profesional de la hostelería o cualquier entendido en vinos nos va a decir, sin ningún género de dudas, que la diferencia de conservación de un caldo según sea el tapón de corcho o no es notable. El producto natural es más adecuado, ya que sella la boca pero permite cierta oxigenación, y es idóneo para que todos los taninos y características de un vino de paladar exquisito sigan latentes en la botella incluso habiendo pasado varios años.
Por eso nuestra recomendación, como consumados bebedores de este líquido de dioses, de este fragante licor, de este alimento de la cocina mediterránea, de esos matices de frutos rojos, de roble francés, de bocoyes panzudos, de fudres repletos, nuestro consejo decíamos es que no renuncies a la enorme calidad que un tapón de corcho te va a proporcionar. De hecho puedes hacer tú mismo la prueba. Compra dos vinos similares con tapones de distinta composición y comprueba por ti mismo, al escanciarlo y posteriormente servirlo, cómo la cosa cambia de forma evidente. No tenemos que decirte cuál es la mejor elección, ¿verdad?

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