Si
eres de los que naciste viendo la bola de cristal seguro que el título de este
artículo te suena... Y no poco. En efecto, en ese mítico y celebérrimo programa
se enseñaba a los niños a abandonar su vida sedentaria y practicar un poco de
deporte para evitar grasas y adiposidades, además de una segunda frase muy
interesante que nos pedía jugar limpio y, sobre todo, participar.
El
problema vino con posterioridad debido a nuestra vida sedentaria. No es ningún
secreto que la actividad a la que sometemos el cuerpo es cada vez menor, de ahí
que vayamos cogiendo redondeces en varios lugares que, la verdad, no nos gustan
demasiado. Por eso nuestra intención es recomendarte que hagas deporte para
evitarlo, y vamos a darte algunas propuestas.
La
más obvia quizá sea la de que acudas a un gimnasio para ponerte a tono. No
hablamos de unos músculos de acero ni nada por el estilo, estamos más bien
refiriéndonos a tener todas las herramientas a nuestra disposición para que
rentabilicemos nuestra jornada en un sitio que nos permitirá, entre otras
cosas, sudar un poco y quemar esas calorías de más que ingerimos
constantemente. Si no sabes dónde puedes hacer tal cuestión no te preocupes,
porque te vamos a dar una dirección para ello: buscadordegimnasios, una Web
donde tienes a todos los profesionales que necesitas al alcance de tu mano.
Si
eres de los que no quieren estar encerrados entre cuatro paredes para hacer
ejercicio el consejo que te podemos dar es obvio: sal de tu casa. Puede ser que
al principio te dediques solamente a andar y ya está, pero si pones en
movimiento el cuerpo seguro que con posterioridad consigues ir adaptándolo a un
ritmo cada vez más alto. Llegará un punto en el que tu propio organismo te
pedirá más, y entonces tú se lo darás, por supuesto que sí. Puede ser que te
lances a correr o que cojas la bicicleta, pero cualquier opción es válida para
ir deshaciéndonos de esos kilos de más que tan antiestéticos son.
Y
por supuesto, no olvides que siempre que se trata de hacer ejercicio hay dos
cosas que no puedes olvidar: calentar y estirar. No hablamos por hablar,
sabemos por experiencia que uno no puede lanzarse a recorrer los caminos sin
calentar de forma conveniente. De ahí que te recomendemos una buena sesión de
calentamiento y otra no menos intensa de estiramientos. Así tendrás todas las
herramientas a tu disposición para conseguir una perfecta comunión entre tu
cuerpo y tu salud. Y naturalmente harás buena aquella mítica canción con la que
hemos abierto el artículo, ya sabes: haz deporte, no eches tripa, juega
limpio... ¡Participa!
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