martes, 26 de febrero de 2013

Haz deporte, no eches tripa...



Si eres de los que naciste viendo la bola de cristal seguro que el título de este artículo te suena... Y no poco. En efecto, en ese mítico y celebérrimo programa se enseñaba a los niños a abandonar su vida sedentaria y practicar un poco de deporte para evitar grasas y adiposidades, además de una segunda frase muy interesante que nos pedía jugar limpio y, sobre todo, participar.
El problema vino con posterioridad debido a nuestra vida sedentaria. No es ningún secreto que la actividad a la que sometemos el cuerpo es cada vez menor, de ahí que vayamos cogiendo redondeces en varios lugares que, la verdad, no nos gustan demasiado. Por eso nuestra intención es recomendarte que hagas deporte para evitarlo, y vamos a darte algunas propuestas.
La más obvia quizá sea la de que acudas a un gimnasio para ponerte a tono. No hablamos de unos músculos de acero ni nada por el estilo, estamos más bien refiriéndonos a tener todas las herramientas a nuestra disposición para que rentabilicemos nuestra jornada en un sitio que nos permitirá, entre otras cosas, sudar un poco y quemar esas calorías de más que ingerimos constantemente. Si no sabes dónde puedes hacer tal cuestión no te preocupes, porque te vamos a dar una dirección para ello: buscadordegimnasios, una Web donde tienes a todos los profesionales que necesitas al alcance de tu mano.
Si eres de los que no quieren estar encerrados entre cuatro paredes para hacer ejercicio el consejo que te podemos dar es obvio: sal de tu casa. Puede ser que al principio te dediques solamente a andar y ya está, pero si pones en movimiento el cuerpo seguro que con posterioridad consigues ir adaptándolo a un ritmo cada vez más alto. Llegará un punto en el que tu propio organismo te pedirá más, y entonces tú se lo darás, por supuesto que sí. Puede ser que te lances a correr o que cojas la bicicleta, pero cualquier opción es válida para ir deshaciéndonos de esos kilos de más que tan antiestéticos son.
Y por supuesto, no olvides que siempre que se trata de hacer ejercicio hay dos cosas que no puedes olvidar: calentar y estirar. No hablamos por hablar, sabemos por experiencia que uno no puede lanzarse a recorrer los caminos sin calentar de forma conveniente. De ahí que te recomendemos una buena sesión de calentamiento y otra no menos intensa de estiramientos. Así tendrás todas las herramientas a tu disposición para conseguir una perfecta comunión entre tu cuerpo y tu salud. Y naturalmente harás buena aquella mítica canción con la que hemos abierto el artículo, ya sabes: haz deporte, no eches tripa, juega limpio... ¡Participa!

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